Síndrome Premenstrual??'

El día empezó de mala manera; siete de la mañana siento a mi novio tocarme el pelo. Poco disimuladamente intentaba lograr aquello que todo el mundo considera el paraíso sobre la tierra y que nunca comprenderé el porqué: El mañanero.

Alguien puede explicarme que tiene de excitante?? Ya de por sí la idea me parece repugnante. Que quieran excitarte despertándote temprano, con los pelos revueltos, los ojos pegados y encima con mal aliento y, como no podía ser de otra manera… me levanté de mal humor.

Será posible?!?!?! Estaba a punto de cumplir mi fantasía de una noche con Antonio Banderas dándome de comer frutillas en la boca y a él se le ocurre darme un beso con mal aliento!!! De ahora en más siempre voy a asociar a mi “macho latino” con el mal aliento; ni que lo hubiera sabido…

En fin, así comenzó mi día y para que contarles… siguió de mal en peor.

Debido a esta “especial” situación que ya les había comentado antes, comencé mi mañana antes de lo acostumbrado. Por primera vez en mi vida (luego de terminar el secundario) me levanté temprano y me dije a mi misma: “Le voy a preparar unas ricas tostadas a mi novio para quitarle el terrible mal humor con el que lo dejé cuando salí corriendo al baño a vomitar luego de que me proporcionara ese beso culpable de que perdiera mi oportunidad con Antonio Banderas”. Así que puse manos a la obra y me fui para la cocina. Como las leyes de Murphy vaticinan, “todo lo que puede salir mal lo hará”, no había pan, no había café y no había leche. Sin aflojar un instante en mi idea de recomponer las cosas con mi pareja a través de la comida (más de una vez había escuchado que un hombre bien alimentado es un hombre contento y que a éste se lo conquista a través del estómago), me puse lo primero que tenía a mano y salí corriendo para el súper.

BUENISIMO!! Recién abría y no había nadie… me ahorro la cola! En este punto sinceramente pensé que mi día iba a mejorar pero ahora, a la distancia, me doy cuenta de que quizás lo pensé demasiado rápido.

Con todo mi apuro paseo por las góndolas y agarro rápidamente todo lo necesario para mi misión; corro por los pasillos hasta llegar a la caja y cuando finalmente llego, veo a una no muy amable cajera (pareciera que a ella también la despertaron con un fétido beso de los buenos días) que me dice: “Nos caímos de la cama no?? Quién es tu asesor de imagen?” Pensé que explotaba y en mi cabeza daba vueltas el titular que saldría en Crónica TV esta tarde : “Mujer enojada con su pareja por su mal aliento va al supermercado en bata, con 2 medias distintas, el pelo revuelto, los ojos pegados y en pantuflas, y le hace comer pan a una cajera hasta matarla”. La idea no me parecía tan mala pero sólo pensaba en llegar a casa así que con mi mejor cara de pocos amigos sólo le entregué la plata, le respondí: “No, de la cama no me caí y el vestuario lo imité del tuyo” y complacida empecé el retorno hacia mi hogar.

Pongo a hacer el café y las tostadas y decido correr hacia el baño a arreglarme un poco para el momento de la sorpresa.

Pongo la mesa con una taza de café mitad y mitad, 4 tostadas, mermelada, dulce de leche y manteca; la azucarera, la cucharita, el diario abierto en la sección deportiva y hasta un jarrón con algunas flores que corté de una de mis plantas y pego el grito… “Amor…” (Silencio absoluto) “Amorrrrrrrrr” y nada. Subo corriendo las escaleras (no vaya a ser que se le enfríe el café y pierda todo el esfuerzo puesto en la tarea) y a mi sorpresa… NO HAY NADIE ¡!! SE FUE!!! Mi cara se desfiguró y sin dudarlo un momento agarro el teléfono y lo llamo al celular:

“Amor??”,

-“sí, qué pasa?”(en un tono más que indiferente)

– “Me podés decir DONDE MIERDA ESTÁS??, Te acabo de preparar el desayuno y todavía no es la hora a la que salís para el trabajo”

– “Te dije que tenía que ir al Banco… por lo visto te olvidaste” … luego de todos mis gritos recordé que efectivamente el día anterior me había comunicado que se iría temprano porque debía pasar por el Banco; sin más le dije bajando el tono y tratando de arreglar la situación;

– - “Disculpame amor... es que fui al súper para hacerte el desayuno y como cuando volví no estabas me preocupé”, la respuesta fue un claro..

– -“Ok, nos vemos” y colgó.

Luego del fracaso absoluto que fue el comienzo de mi día, considerando que por una de cal una de arena y recordando fríamente lo que tantos años mi madre me habría repetido “al que madruga Dios lo ayuda”, me dediqué a leer los clasificados.

Mi búsqueda de trabajo debía recomenzar y con más esperanzas de las que había tenido anteriormente debido a mi “temprana” mañana, me puse los anteojos y con el café en la mano me puse a leer.

¡Administrativa: 18 a 25 años con más de 3 años de experiencia en el rubro” … descartado. “Data Entry: ambos sexos (mm.. yo tengo uno solo…), de 18 a 45 años. Sistema tango, Office, 1500 digitaciones por minutos y más de 2 años de experiencia en empresas farmacéuticas”… descartado.

Mi furia era terrible; ningún trabajo para boludos como yo que se habían ( y seguían) quemándose las pestañas estudiando y por ello nunca habían trabajado en su vida suponiendo que “el saber es poder”. Será de Dios!!! Si saber es poder y yo sé… porqué mierda no consigo laburo??!?!.

Desfigurada de la bronca, frustrada y con menos autoestima que Edgar Alan Poe hice un bollo de los avisos y los tiré dentro de la chimenea… “A la mierda… que los pise el 60” y me fui a bañar rogando que en algún momento Zeus, Alá y hasta Magolla Pombo se apiaden de mí y logre encontrar trabajo. Por el momento, la búsqueda quedaba nuevamente suspendida hasta la próxima vez que tuviera ganas de auto flagelarme.

... CONTINUARA...